Parte I de un magnífico documental en el que se nos introduce en los antiguos Misterios Eleusinos, relacionados con Core, Deméter, Dionisos y Orfeo. Consta de tres partes (aunque la tercera corresponde, por error, al número 5)
Como complemento explicativo al documental, transcribo a continuación las excelentes explicaciones del profesor Alberto Bernabé -sin duda el mejor especialista español en estos temas- sobre las principales doctrinas del Orfismo:
"Los principios básicos de la antropologia órfica se asientan en un mito dionisíaco, que los órficos reinterpretan en un nuevo sentido. Según la versión órfica, los Titanes, envidiosos de Dioniso, lo mataron, tras engañarlo con diversos objetos, lo despedazaron y lo cocinaron. Irritado por ello, Zeus, los fulminó con el rayo. De la mezcla de cenizas de los Titanes con la tierra, surgieron los seres humanos que, como consecuencia de su origen, tienen un componente divino, que procede de Dioniso, pero también de los Titanes, que eran dioses, mezclado con una parte terrena. Asimismo, su espírutu presenta restos de la "naturaleza titánica", esto es, de la soberbia de sus antecesores. Se trata, pues, de una antropología dualista, marcada por una radical separación de alma (inmortal, divina, que tiende a reintegrarse a su origen) y un cuerpo mortal, transitorio, que no es él mismo la fuente del mal, sino un lugar de expiación en el que el alma tiene la oportunidad de pagar su deuda. Tal expiación se produce a través de sucesivas reencarnaciones, hasta que el alma se reintegre a su estado divino originario y culmine su salvación. En ellas se deben cumplir ciertos ritos y llevar una vida pura, vegtariana y en la que se evita el derramamiento de sangre. La iniciación era un asunto privado, no hay grandes centros iniciáticos órficos, sino que las llevaban a cabo unos profesionales itinerantes, llamados orfeotelestas, que cobraban por sus servicios.
Los órficos (...) han dejado huella de su presencia en uns pequeñas fichas de hueso que contienen una especie de eslóganes. En una de ellas leemos:
"Vida-muerte-vida / Verdad / Dioniso, órficos."
El texto proclama la existencia de una vida después de la muerte (vida-muerte-vida), declara que eso constituye una verdad (verdad que, de acuerdo con la etimología de la palabra en griego, aletheia, significa "lo que no se olvida", e indica que era una verdad iniciática que no debe olvidarse), señala que el dios principal de esta religión es Dioniso, el Dioniso liberador, y que el grupo que tiene estas creencias se llama a sí mismo "órficos", por lo que se consideran seguidores de la palabra de Orfeo.
Los iniciados recibían instrucciones sobre lo que debían hacer en el Más Allá. En una lámina de oro encontrada en Hiponio, en el sur de Italia, tenemos parte de esas instrucciones:
Esto es obra de Mnemosine. Cuando esté en trance de morirse
hacia la bien construida morada de Hades, hay a la diestra una fuente
y cerca de ella, erguido un albo ciprés.
Allí, al bajar, las ánimas de los muertos se refrescan.
¡A esa fuente no te allegues de cerca ni un poco!
Pero más adelante hallarás, de la laguna de Mnemósine
agua que fluye fresca. Y a su orilla hay unos guardianes.
Ellos te preguntarán, con sagaz discernimiento,
por qué investigas las tinieblas del Hades sombrío.
Di: "Hijo de la Tierra soy y de Cielo estrellado;
de sed estoy seco y me muero. Dadme, pues, enseguida,
a beber agua fresca de la laguna de Mnemósine".
Y de cierto que consultarán con la reina subterránea,
y te darán a beber de la laguna de Mnemósine.
Así que, una vez que hayas bebido, también tú te irás por la sagrada vía
por la que los demás iniciados y bacos avanzan, gloriosos.
Mnemósine, diosa de la Memoria, preside la actividad iniciática, ya que la iniciación debe recordarse. Se dan detalles de la geografía infernal (que se suponía que Orfeo conocía, porque la había visto cuando había bajado a buscar a su esposa). Hay una fuente que debe evitarse, la fuente del Olvido. Si se bebe agua de ella, se olvida la iniciación y se corre el riesgo de reencarnarse. Hay otra fuente (...), pero unos guardianes obligan a dar una contraseña que sólo los iniciados conocen. Los guardianes, entonces, consultan con Perséfone y el iniciado camina por la misma senda, que lleva a la gloria a los iniciados y bacos, esto es, a quienes se han iniciado en el orfismo y han tenido una experiencia extática, que, a diferencia de la experiencia dionisíaca, que es pasajera, es entre los órficos, permanente."
(Alberto Bernabé, "Las religiones mistéricas del mundo grecorromano", en: D. Castro de Castro & A. Striano Corrochano (eds.), Religiones del mundo antiguo, Sociedad Española de Estudios Clásicos, Madrid, 2010, pp. 118-120)
El documental y las explicaciones del profesor Bernabé nos permiten comprender mejor las tesis que expone Platón en diálogos como el Menón y Fedón, que, sin duda, tienen una fuerte influencia de las creencias órficas y del mundo de los misterios.
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