Aún se me pone la piel de gallina al escuchar las primeras notas de la partitura que compuso el inmortal Nino Rota para Il Gattopardo de Luchino Visconti. En la película asistimos a la lucha de clases entre burguesía y aristocracia en la Sicilia del siglo XIX, durante la revolución dirigida por Garibaldi, y comprobamos cómo se establece, finalmente, una alianza entre las dos clases dominantes, para que el pueblo quede separado del poder. Es necesario que todo cambie, para que todo siga igual, ayer, hoy y siempre.
Una obra maestra en estado puro, que nadie puede dejar de ver. Demasiado buen cine para los tiempos que corren.
No hay comentarios:
Publicar un comentario