martes, 5 de febrero de 2013

1º de Bachillerato: Argumentos escépticos de Sexto Empírico


Si existe algo naturalmente verdadero

   "Habiendo, pues, entre los dogmáticos discrepancia acerca de lo verdadero, puesto que algunos dicen, en efecto, que existe algo verdadero; más otros, que nada verdadero existe, no es posible resolver la discrepancia, ya que el que diga que existe algo verdadero no será creído, dada la discrepancia, diciendo esto sin demostración; y si quiere admitir demostración, si conviene en que ésta es falsa, será increíble; pero diciendo que la demostración es verdadera, cae, ciertamente, en el discurso dialelo; y se requerirá demostración de que la misma es verdadera; y de aquélla, otra, y hasta lo infinito. Mas es imposible demostraciones infinitas; luego imposible también conocer que existe algo verdadero. Además, el "algo", que dicen ser lo más general de todo, o es verdadero, o falso, o ni falso ni verdadero, o falso y verdadero. Ahora bien, si dijeren que él es falso, convendrán en que todo es falso. Pues así como, ya que el animal es animado, todos los animales particulares son también animados; asimismo, si lo más general de todo (el "algo" es falso, también todo lo particular será falso y nada verdadero; de lo cual se colige, a su vez, que nada es verdadero, ya que hasta este mismo algo que existe (digo el que no es verdadero) es verdadero. Si el "algo" es falso y verdadero será cada una de las cosas particulares falsa y verdadera. De lo cual se sigue que nada es naturalmente verdadero. Pues lo que tenga tal naturaleza que sea verdadero, de ningún modo puede ser falso. Pero si el "algo" no es falso ni verdadero, se conviene en que también todas las cosas particulares que se dicen no ser falsas ni verdaderas no serán verdaderas. Y por tanto, en consecuencia, será obscuro para nosotros si existe lo verdadero. Además de esto, o son sólo aparentes las cosas verdaderas, o sólo obscuras, o, de las verdaderas, unas son obscuras, otras aparentes. Pero nada de esto es verdadero, como mostraremos; luego nada es verdadero. En efecto, si las cosas verdaderas son sólo fenómenos, o dirán que todos los fenómenos son verdaderos, o que algunos. Y si todos, de fijo se subvierte el discurso; pues a algunos aparece que nada es verdadero. Mas si algunos, nadie puede irresolublemente decir que éstos son verdaderos, aquéllos falsos, sino que, necesitando de criterio, o dirá que este criterio es aparente, u obscuro. Y de ningún modo obscuro, pues solos los fenómenos se suponen ahora verdaderos. Pero si aparente, puesto que se indaga qué fenómenos son verdaderos, cuáles falsos, también el fenómeno que se toma para la decisión de los fenómenos necesitará de nuevo de otro criterio, y éste de otro, y hasta lo infinito. Mas imposible resolver infinitos; luego imposible comprender si son sólo fenómenos las cosas verdaderas. Y análogamente, el que diga que sólo las cosas obscuras son verdaderas, no dirá que son todas verdaderas (pues no dirá que es verdadero que las estrellas sean en número regular o existan en irregular); pero si algunas, con qué juzgaremos que estas cosas obscuras son verdaderas, aquellas falsas? Pues de ningún modo por lo aparente; si empero por lo obscuro, puesto que indagamos cuáles de las cosas obscuras son verdaderas y cuáles falsas, necesitará también esta obscura de otra obscura que la dilucide, y ésta de otra, y hasta lo infinito. Por tanto, tampoco es solamente obscuro lo verdadero. Resta decir que de las cosas verdaderas, unas son aparentes, otras obscuras; mas también esto es absurdo. Pues o todas las aparentes y todas las obscuras son verdaderas, o algunas aparentes y algunas obscuras. Ahora bien, si todas, de nuevo se subvertirá el discurso, concediéndose que es también verdadero el "nada es verdadero", y se dirá verdadero que son los astros en número regular y que existen éstos en irregular. Si empero algunas de las aparentes y algunas de las obscuras son verdaderas, ¿cómo dilucidaremos que, de las aparentes, éstas son verdaderas, aquéllas falsas? Pues si por el fenómeno se lanza el discurso en infinito; si por lo obscuro, puesto que también las cosas oscuras necesitan de resolución, ¿por qué esta cosa obscura será a su vez resuelta? Pues si por lo aparente, resulta el tropo dialelo; si por lo obscuro, el que empuja a lo infinito. Y análogamente se ha de decir acerca de las obscuras; pues el que pretende juzgarlas por algo obscuro se arroja en infinito; mas el por lo aparente, o en infinito, asumiendo continuamente lo aparente, o en el dialelo, alternando con lo obscuro. Luego es falso decir que, de las cosas verdaderas, unas son aparentes; otras, obscuras. Si, pues, ni son verdaderas las cosas aparentes, ni las obscuras solas, ni algunas aparentes y otras obscuras, nada es verdadero. Pero si nada es verdadero, mas el criterio parece que se emplea para la decisión de lo verdadero, inútil y vano es el criterio, aunque le demos por concesión que tiene cierta existencia. Y puesto que hay que abstenerse acerca de si existe algo verdadero, es consecuente que se precipiten los que dicen que es la dialéctica ciencia de lo falso, de lo verdadero y de lo indiferente."
(Sexto Empírico, Hipotiposis pirrónicas, Libro 2º, párrafo 9)

   ¿Está claro? ¿No? ¿Es quizás demasiado para las mentes actuales? Bueno, pues entonces podéis ver este sencillo vídeo, aunque no resulta ni comparable:


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario