miércoles, 16 de diciembre de 2015

1º de Bachillerato: Falacia ex populo: Doce hombres sin piedad


Un maravilloso ejemplo de la "falacia ex populo" o "consensus gentium" lo ofrece la obra de Reginald Rose Doce hombres sin piedad. Además de la soberbia versión cinematográfica, dirigida por Sidney Lumet en 1957, y protagonizada por Henry Fonda, existe la clásica versión realizada en el legendario "Estudio 1" de Televisión Española en 1973. Cuando la mayoría afirma que algo es verdadero, quien refuta la tesis de la mayoría es quien carga con la prueba de que la mayoría está equivocada.... ¿O no? 

jueves, 29 de octubre de 2015

1º de Bachillerato: Teorías de la verdad


En relación con las teorías de la verdad explicadas en clase, puede ser de utilidad repasarlas a través de este sencillo e instructivo trabajo en formato vídeo.

viernes, 23 de octubre de 2015

1º de Bachillerato: Cassirer: El hombre como "animal simbólico"



   
En relación con la definición formulada por Ernst Cassirer del hombre como "ANIMAL SIMBÓLICO", puede leerse el siguiente texto, como material destinado a ampliar lo estudiado en clase:

«La vida es una realidad última y que depende de sí misma; no puede ser descrita o explicada en términos de física o de química [...] La vida es perfecta por doquier, es la misma en los círculos más estrechos y en los más amplios. Cada organismo, hasta el más ínfimo, no sólo se halla adaptado en un sentido vago sino enteramente coordinado con su ambiente (…).
   “Sin embargo, en el mundo humano encontramos una característica nueva que parece constituir la marca distintiva de la vida del hombre. Su círculo funcional no sólo se ha ampliado cuantitativamente sino que ha sufrido también un cambio cualitativo. El hombre, como si dijéramos, ha descubierto un nuevo método para adaptarse a su ambiente. (…) Hallamos en él como eslabón intermedio algo que podemos señalar como sistema simbólico. Esta nueva adquisición transforma la totalidad de la vida humana. Comparado con los demás animales el hombre no sólo vive en una realidad más amplia sino, por decirlo así, en una nueva dimensión de la realidad. Existe una diferencia innegable entre las reacciones orgánicas y las respuestas humanas. En el caso primero, una respuesta directa e inmediata sigue al estímulo externo; en el segundo, la respuesta es demorada, es interrumpida y retardada por un proceso lento y complicado de pensamiento.  
 “(…) Ya no hay salida de esta reversión del orden natural. El hombre no puede escapar de su propio logro, no le queda más remedio que adoptar las condiciones de su propia vida; ya no vive solamente en un puro universo físico sino en un universo simbólico. El lenguaje, el mito, el arte y la religión constituyen partes de este universo, forman los diversos hilos que tejen la red simbólica, la urdimbre complicada de la experiencia humana. Todo progreso en pensamiento y experiencia afina y refuerza esta red. El hombre no puede enfrentarse ya con la realidad de un modo inmediato; no puede verla, como si dijéramos, cara a cara. La realidad física parece retroceder en la misma proporción que avanza su actividad simbólica. En lugar de tratar con las cosas mismas, en cierto sentido, conversa constantemente consigo mismo. Se ha envuelto en formas lingüísticas, en imágenes artísticas, en símbolos míticos ó en ritos religiosos, en tal forma que no puede ver ó conocer nada sino a través de la interposición de este medio artificial.
   “(…) Desde este punto de vista al que acabamos de llegar, podemos corregir y ampliar la definición clásica del hombre:    (…) En lugar de definir al hombre como animal racional lo definiremos como animal simbólico. De este modo podemos designar su diferencia específica y podemos comprender el nuevo camino abierto al hombre: el camino de la civilización. » (Ernst Cassirer, Antropología filosófica. Introducción a una filosofía de la cultura, FCE, México, 1968)

jueves, 22 de octubre de 2015

1º de Bachillerato: Relativismo y posmodernidad


En relación con el tema del relativismo y la filosofía posmoderna, estudiados en clase, pueden consultarse los siguientes vídeos, simples e instructivos.


lunes, 28 de septiembre de 2015

1º de Bachillerato: El oráculo de Delfos, el teatro griego y la religión órfica






En estos tres vídeos podéis ampliar la información recibida en clase sobre los oráculos griegos (ejemplificados por el Oráculo de Delfos), los orígenes del teatro clásico y la religión órfica: los tres procedimientos empleados por los griegos, antes del surgimiento de la filosofía, para penetrar en los misterios de la realidad.

domingo, 10 de mayo de 2015

1º de Bachillerato: ¿Spengler, Huntington o Alianza de Civilizaciones?


¿Spengler, Huntington, o Alianza de Civilizaciones? En estos tres breves documentales, se nos presenta un somero análisis de las teorías sobre el desarrollo de las civilizaciones expuestas en clase. 

miércoles, 22 de abril de 2015

miércoles, 15 de abril de 2015

1º de Bachillerato: Tres teorías sobre la evolución: Darwinismo, creacionismo y astronautas ancestrales


   Charles Robert Darwin (12 de febrero de 1809 -- 19 de abril de 1882) fue un naturalista inglés que postuló que todas las especies de seres vivos han evolucionado con el tiempo a partir de un antepasado común mediante un proceso denominado selección natural. La evolución fue aceptada como un hecho por la comunidad científica y por buena parte del público en vida de Darwin, mientras que su teoría de la evolución mediante selección natural no fue considerada como la explicación primaria del proceso evolutivo hasta los años 1930. Actualmente constituye la base de la síntesis evolutiva moderna. Con sus modificaciones, los descubrimientos científicos de Darwin aún siguen siendo el acta fundacional de la biología como ciencia, puesto que constituyen una explicación lógica que unifica las observaciones sobre la diversidad de la vida
Su obra fundamental, El origen de las especies por medio de la selección natural, o la preservación de las razas preferidas en la lucha por la vida, publicada en 1859, estableció que la explicación de la diversidad que se observa en la naturaleza se debe a las modificaciones acumuladas por la evolución a lo largo de las sucesivas generaciones.
   La evolución como una propiedad inherente a los seres vivos ya no es materia de debate entre los científicos.  Los mecanismos que explican la transformación y diversificación de las especies, en cambio, se hallan todavía bajo intensa investigación. Dos naturalistas, Charles Darwin y Alfred Russel Wallace, propusieron en forma independiente en 1858 que la selección natural es el mecanismo básico responsable del origen de nuevas variantes genotípicas y, en última instancia, de nuevas especies. Actualmente, la teoría de la evolución combina las propuestas de Darwin y Wallace con las leyes de Mendel y otros avances posteriores en la genética; por eso se la denomina síntesis moderna o «teoría sintética».
   Según esta teoría, la evolución se define como un cambio en la frecuencia de los alelos de una población a lo largo de las generaciones. Este cambio puede ser causado por diferentes mecanismos, tales como la selección natural, la deriva genética, la mutación y la migración o flujo genético. La teoría sintética recibe en la actualidad una aceptación general de la comunidad científica, aunque también algunas críticas. Ha sido enriquecida desde su formulación, en torno a 1940, gracias a los avances de otras disciplinas relacionadas, como la biología molecular, la genética del desarrollo o la paleontología. De hecho, las teorías de la evolución, o sea, los sistemas de hipótesis basadas en datos empíricos tomados sobre organismos vivos para explicar detalladamente los mecanismos del cambio evolutivo, continúan siendo formuladas actualmente, en el marco de la teoría EVO-DEVO.
   En este otro documental se debate acerca de la teoría de la evolución, en relación con el creacionismo:


   Y en este otro, se expone la tesis para-científica de los astronautas ancestrales o de los antiguos astronautas:


   La última palabra, como siempre, la tenéis vosotros



1º de Bachillerato: Comentarios sobre 1984 de G. Orwell

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   Con motivo de la lectura de la novela de Georg Orwell 1984, os remito a una serie de enlaces, con comentarios curiosos sobre esta distopía anticipatoria, comparándola con otra novela de imprescindible lectura y actualidad: Un mundo feliz de Aldous Huxley:






(El último enlace contiene una versión PDF de la novela)

viernes, 27 de marzo de 2015

2º de Bachillerato: Deber y felicidad en Kant

"Kant y su antídoto contra la obligación posmoderna de ser feliz
LA OBLIGACIÓN CULTURAL DE SER FELIZ PODRÍA SER UNA RUTA CASI SEGURA A LA INFELICIDAD

POR: JUAN PABLO CARRILLO HERNÁNDEZ - 18/03/2015

Actualmente la felicidad está por todos lados —al menos discursivamente. Algunos nos dicen que la felicidad se encuentra en una lata de refresco y otros que llega sólo cuando hacemos caso a nuestra intuición. Hay quienes rescatan tradiciones antiquísimas y casi olvidadas para extraer un sumario de consejos útiles para ser feliz.

Hace unos meses publicamos una crítica contra la actual política del be happy como un credo existencial contemporáneo: “Sobre la triste obligación de tener que ser feliz”. Y es que extrañamente, en esta atmósfera, hay un rostro de la felicidad contemporánea que tiene los rasgos del imperativo. Nuestra época nos ha acostumbrado a perseguir la felicidad. Pero, al emprender dicha persecución, ¿no aceptamos tácitamente que el objetivo puede ser inalcanzable?

Hace poco, en el sitio Big Think, uno de sus colaborares más asiduos y agudos, Steven Mazie, publicó un breve texto a propósito de un fragmento de Kant sobre la felicidad. Como sabemos, Kant es el gran filósofo de la moralidad, un ámbito de la filosofía que inevitablemente se cruza con la exploración de la felicidad si pensamos que esta ocurre en el territorio de lo compartido.



En Fundamentación de la metafísica de las costumbres, un trabajo de 1785, Kant dedica varias páginas a este asunto, visto sobre todo a la luz de la razón. Para el legendario caminante de Königsberg, la felicidad forma parte de una ecuación no tan sencilla en la que están involucradas la racionalidad, la moralidad y una categoría necesaria para encaminarse hacia la solución que el filósofo entiende como “sagacidad”: “la habilidad al elegir los medios para conseguir la mayor cantidad posible de bienestar propio”.

Hasta este punto, el sistema podría funcionar y, como si se tratase de un mecanismo perfecto, ofrecernos un resultado claro sobre qué significa ser feliz, qué se necesita para conseguirlo. Sólo que no es tan fácil, no por un último ingrediente: la experiencia, uno de los nombres de la subjetividad. La experiencia personal determina si encontraremos la felicidad en un auto nuevo o en nuestro platillo favorito, si al observar un atardecer o en el abrazo de alguien a quien queremos y que también nos quiere. Experiencia que además se transforma y cambia al ritmo de nuestra propia vida. Por eso, por la experiencia, es tan complicado decir con seguridad qué nos haría felices en este momento. Al respecto, escribe Kant:

   "Ahora bien, es imposible que un ser, por muy perspicaz y poderoso que sea, siendo finito, se haga un concepto determinado de lo que propiamente quiere en este sentido. Si quiere riqueza ¡cuántas preocupaciones, cuánta envidia, cuántas asechanzas no podrá atraerse con ella! ¿Quiere conocimiento y saber? Pero quizá esto no haga sino darle una visión más aguda que le mostrará más terribles aún los males que ahora están ocultos para él y que no puede evitar, o impondrá a sus deseos, que ya bastante le dan que hacer, necesidades nuevas. ¿Quiere una larga vida? ¿Quién le asegura que no ha de ser una larga miseria? ¿Quiere al menos tener salud? Pero ¿no ha sucedido muchas veces que la flaqueza del cuerpo le ha evitado caer en excesos que habría cometido de haber tenido una salud perfecta?, etcétera. En suma, nadie es capaz de determinar con plena certeza mediante un principio cualquiera qué es lo que le haría verdaderamente feliz, porque para eso se necesitaría una sabiduría absoluta."

La idea de felicidad de Kant es un poco como una matriz matemática en la que la totalidad es un meta-valor que la hace funcionar. No está ahí entre sus elementos, pero es necesario. Una totalidad que implica conocer todos los factores posibles de una situación para poder prever su resultado. Sólo que, en cuestiones humanas, morales, esto es imposible. Por eso, nos dice Kant, nadie puede decir con qué sería feliz totalmente.

Al glosar este y otros pasajes en que el filósofo se ocupa del asunto, Mazie nos guía por los razonamientos kantianos para hacernos ver que la felicidad puede no entenderse como una búsqueda, sino como apenas el corolario de una tesis mucho más amplia. Una de las enunciaciones del imperativo categórico —clave de la filosofía kantiana, formulado por primera vez en esta Fundamentación…—, dice:

   "Obra de tal modo que te relaciones con la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin, y nunca sólo como un medio."

Según Mazie, este “imperativo práctico” nos hace considerar a las personas con quienes tratamos a diario como eso, personas, no sujetos que están ahí para complacernos o que sirven a nuestros propios fines, sino como personas “con una dignidad en común que merecen nuestro respeto”. El hombre o la mujer a quien le compramos un café todas las mañanas es un ser humano con una existencia singular, con sus cualidades, sus problemas, su propia historia que por una coincidencia improbable llegó a coincidir con la de ese cliente que a las 8:35 ordena un café americano.

¿Y qué tiene que ver eso con la felicidad? En el ámbito de la ética kantiana, que la única forma de comportarse con esa persona que prepara tu café de camino al trabajo es como si supusieras que esa acción se convertirá en ley universal, dicho de otro modo, como si cada uno de tus actos se convirtiera ipso facto en una norma que el mundo entero estaría obligado a cumplir. ¿Te gustaría que, de esa mañana en adelante, todos estuviéramos obligados a ser descorteses con quien prepara nuestro café?

Ahora sí tiene sentido el imperativo categórico de Kant, ¿no? Como vemos, se trata menos de una obligación hueca como la contemporánea —un “Sé feliz” que se agota en el imperativo de la consigna— y más de una actitud coherente con un sistema más amplio en donde la felicidad es apenas un engranaje, un elemento de una vida mucho más plena: la vida en el mundo que es, al mismo tiempo, filosofía y praxis." (Fuente: http://pijamasurf.com)

martes, 17 de marzo de 2015

2º de Bachillerato: Kant: Entendimiento y sensibilidad


   El mismísimo Immanuel Kant le explica a una jovencísima Sophie los principales contenidos de su análisis del uso teórico (científico) de la razón: la colaboración del entendimiento y la sensibilidad, encaminada a conocer los fenómenos de la naturaleza, frente a los incognoscíbles "noúmenos", o "cosas en sí", la eterna X incognoscible. ¿Se puede pedir más?


miércoles, 11 de marzo de 2015

1º y 2º de Bachillerato: Wittgenstein en música

Os ofrezco un breve documental Ludwig Wittgenstein, en el que se contienen las claves de la filosofía de L. Wittgenstein, especialmente del Tractatus, expuestas de forma clara y sencilla. Por otra parte, el compositor Tibor Szemzö ha creado una partitura original sobre este libro, en la que una música cálida y minimalista -un tanto monótona, todo hay que decirlo- es acompañada por frases del Tractatus en inglés, español, japonés, húngaro, checo, alemán y eslovaco, con momentos, por supuesto, de silencios místicos. Las frases que elige Szemzö son simples, pero muy intensas: “Mundo y vida son una sola cosa”…  ”Yo soy mi mundo, el microcosmos”… “Todo lo que es pensable, es posible”… “Todo lo que vemos también podría ser de otra forma”. Así la obra musical le hace justicia a Wittgenstein, quien quería que reflexionáramos sobre el lenguaje y sobre cómo éste determina nuestra experiencia del mundo.


martes, 10 de marzo de 2015

1º de Bachillerato: Siddharta, la película


En la película Siddharta, se refleja la novela del mismo nombre de Hermann Hesse quien en ella quiso reflejar el camino a la iluminación que posiblemente recorrió Gautama Budda.

1º de Bachillerato: La filosofía de Hegel

Una serie de vídeos nos permiten adentrarnos en la filosofía hegeliana, de forma relativamente accesible. Interesa, especialmente, el último dedicado a explicar la difícil teoría del arte hegeliana.


2º de Bachillerato: El contrato social y Jean-Jacques Rousseau: de la esclavitud a la libertad

   En los siguientes vídeos, pertenecientes a la serie La fonda filosófica, se explican los conceptos del contrato social, y el paso de la esclavitud a la libertad en la filosofía de Jean-Jacques Rousseau.





miércoles, 11 de febrero de 2015

1º de Bachillerato: Amor y filosofía: El Banquete de Platón

 

   En el programa Millennium, emitido recientemente por la 2 de RTVE, se planteaba un interesante debate sobre las relaciones entre el amor y la filosofía. Al comienzo del programa, mi amigo Carlos Javier González Serrano introducía brevemente El Banquete de Platón, como el clásico dedicado a analizar este problema. Os ofrezco el enlace al programa: Millennium - Amor y filosofía, como complemento a la lectura que hemos realizado este año del mencionado diálogo platónico.

miércoles, 4 de febrero de 2015

1º de Bachillerato: Lógica y detectives: Víctor Ros



   En relación con los estudios que hemos realizado de lógica, resulta muy interesante la serie televisiva Víctor Ros, la apasionante historia de un joven delincuente rescatado de las calles e instruido por Armando Martínez, un policía de raza que se da cuenta de sus dotes excepcionales. 
   La serie recrea en 6 capítulos las conocidas novelas de misterio e investigación de Jerónimo Tristante, ambientadas en el Madrid de finales del siglo XIX y protagonizadas por Carles Francino. Adelantado a su tiempo, Víctor Ros utiliza las técnicas lógico-deductivas y la entomología forense para los casos más complicados. Su grupo, la Brigada Metropolitana de Madrid, son los primeros policías que usan la ciencia en España y los adelantos con los que investiga Scotland Yard: microscopios, huellas digitales y, sobre todo, capacidad deductiva. En este enlace podéis ver los capítulos emitidos: Víctor Ros 

miércoles, 28 de enero de 2015

1º y 2º de Bachillerato: Spinoza, "apóstol de la razón"


  El film Spinoza: The Apostle of Reason  (Spinoza: el apóstol de la razón), escrito por Tariq Ali, dirigido por Chistopher Spencer y con Henry Goodman en el papel de Spinoza, muestra la vida y el pensamiento del filósofo holandés, de origen sefardita, Spinoza, enfrentado a las controversias religiosas y al fanatismo que agitaron la Europa del siglo XVII (tan cercano en este punto, por lo demás, al nuestro), aparece en la película como un defensor a ultranza de la razón, y como un hombre plenamente moderno, que desafía la ortodoxia, tanto religiosa como política, defendiendo un republicanismo democrático, la libertad de pensamiento y de expresión. El film está en inglés, pero con subtítulos muy inteligibles en portugués, y constituye toda una lección de independencia intelectual, vigente para cualquier época, incluida, desde luego, la nuestra.

miércoles, 21 de enero de 2015

2º de Bachillerato: Teoría política de Tomás de Aquino: El tiranicidio

   Uno de los problemas más interesantes de la teoría tomista es su posición en relación con el tiranicidio, es decir, la actitud que debe adoptar el pueblo frente al gobernante que deja de lado el bien común, y procura su propio bien y el de sus partidarios. En el siguiente enlace -muy recomendable-: Política comparada, publicado por "Damián", se encuentra la siguiente entrada, que, a continuación os transcribo, y que me parece resume de manera excelente la posición del Dr. Angélico sobre este tema:



"ORIGEN DEL ESTADO Y DE LA SOCIEDAD POLÍTICA.
   Para Santo Tomás, a diferencia de San Agustín, el Estado no es un producto del pecado original, sino que, al igual que Aristóteles, el Estado existiría aunque viviésemos en una situación idílica. En una sociedad de ángeles sería necesario la sociedad y el Estado, la autoridad no es un mal menor, sino algo necesario y consustancial a la naturaleza humana.
   Para San Agustín el hombre después de haber cometido el pecado original pierde todos los dones naturales y sobrenaturales. De este modo la naturaleza humana queda totalmente corrompida y no puede acudirse a la naturaleza humana para fundamentar el Estado y la Sociedad (esto es lo antiaristotélico). En cambio Santo Tomás acepta que como consecuencia del pecado original el hombre pierde los dones sobrenaturales, sin embargo, considera que los dones que se corresponden a la naturaleza humana, los dones naturales, permanecen intactos.
   Santo Tomás hace hincapié en toda su obra, y sobre todo en el Regimene Principum, sobre la naturaleza social y política del hombre. El hombre es un ser social y político, es natural a su existencia. Si una persona no se sintiera inclinado hacia esa convivencia social y política, sería un hombre superior o un infra-hombre. Su concepción del hombre no es pesimista ni optimista, es realista: sitúa al hombre en su lugar, aceptando sus vicios y sus virtudes.
   Santo Tomas tiene una visión ontológica y orgánica del origen del Estado. El Estado es un producto de la naturaleza, pero afirma que lo natural procede de Dios, y como consecuencia, tiene que afirmar el origen divino del Estado. Dios interviene en el orden natural no directamente, sino como causa segunda. La causa primera del origen del Estado y de la sociedad son las acciones humanas. Es decir, Dios no es el que fabrica el poder, lo importante son las causas segundas, que son las acciones humanas. Así pues, el Estado no es un producto artificial, sino natural, libremente querido, libremente establecido e impulsado por la naturaleza humana, por el instinto social y político del hombre.
Santo Tomás en esa concepción orgánica de la sociedad señala que, la sociedad comienza con la familia, sigue con los municipios, las sociedades gremiales, y finalmente, la sociedad perfecta: la ciudad, provincia o reino. Aquí encontramos una diferencia con Aristóteles, para Santo Tomás la dimensión de la sociedad, del Estado, es superior, no lo limita a la ciudad.
   Para Santo Tomás el bien individual tenía que estar dentro del bien común, por lo que el individuo quedaba sometido a la sociedad, pero él, que procesaba el cristianismo, no aceptaba la total absorción del individuo a la sociedad.

EL PODER POLÍTICO: POSIBLE EXISTENCIA DE UNA PACTO DECLARATIVO.
   Como ya hemos dicho, para Santo Tomás el Estado es algo natural, no es artificial, no es causal, es una situación libremente querida por la voluntad del hombre. Esa voluntad libre está asistida por el libre y espontáneo consentimiento. Así pues, el Estado surge como consecuencia de la suma de las voluntades de los hombres debido a un contrato o convenio entre ellos.
   Si no aclarásemos esto, pensaríamos que Santo Tomás es un contractualista. Sin embargo esto no es así. Él nunca habla expresamente de contrato a la hora de definir el origen del Estado. Por lo tanto ¿cómo debe ser entendido ese especie de contrato?. Debe entenderse como un consentimiento tácito, común, que no se va a manifestar nunca como un acto formal expreso. La doctrina contractualista en la Edad Media es inconcebible desde el punto de vista de la ciencia política, va a tener cabida a partir de Descartes
   Hay un texto en "Los comentarios a la ética y política de Aristóteles", que dice "En todos los hombres existe un cierto impulso natural a la comunidad política como a las virtudes. Sin embargo así como las virtudes se adquieren por el ejercicio humano. Así las ciudades también son instituidas por humana industria".
   Es decir, la vida social se fundamenta en los instintos o impulsos primarios. La sociedad y el Estado es el producto de la humana industria, del esfuerzo humano, es un artefacto fabricado por el hombre. El Estado no es consecuencia un pacto constitutivo pero sí de un pacto declarativo. Este pacto declarativo significa que todos los hombres, contribuyendo mediante el libre acuerdo de sus voluntades, van a declarar que previamente han existido unos impulsos sociales que hacen necesario la comunidad política.
   En la Summa Theologica primma secundae dice que "ordenar algo al bien común compete a toda la multitud o al que la representa. Por lo tanto establecer la ley corresponde a toda la multitud o a la persona pública que la cuida. Porque en todas las demás cosas debe ordenar al fin aquel de quien el fin es propio"
  Aquí hay dos factores, se dice que ordenar al bien común corresponde a toda la multitud o al que la representa.  Por lo tanto, en ese pacto existen dos elementos: el pueblo y el jefe del Estado, el príncipe.
   Pacto en latín proviene de la doctrina de la traslatio (traslación). Santo Tomás consideraba al príncipe como un vicens gerens, una especie de gerente de toda la multitud. Para Santo Tomás el príncipe, en el ejercicio de su autoridad, no puede gobernar a su antojo, ya que no actúa en nombre propio, sino en representación del pueblo,  por lo que deberá gobernar según las facultades que el pueblo le haya delegado.
   Entre estos dos elementos (príncipe y pueblo) existe una relación que es la traslación de la autoridad. Es decir, la autoridad la ostenta la multitud, y en un momento determinado acuerda su traslación al príncipe para el ejercicio de determinadas facultades, condicionadas muchas de ellas, para que ejerza el poder político, por ello se habla de vicens gerens. ¿Qué sucede cuando el príncipe no cumple con lo pactado?. Ante ello, Santo Tomás preconiza el derecho de resistencia, el levantamiento popular.
   Por otra parte, Santo Tomás mantiene que el pueblo es el único que puede ordenar algo al bien común mediante la ley ya que el derecho de hacer leyes se encuentra en la base popular, aunque a veces transfiera el ejercicio de dicha facultad. Así pues, el pueblo es el agente primario del sistema político. Por tanto, según Santo Tomás la facultad legislativa es propia de la multitud, aunque esta puede trasladarla al príncipe. Ahora bien, Santo Tomás siempre que se refiere a la multitud, se refiere a la multitud libre.

LAS FORMAS DE GOBIERNO.
   El fin último de la sociedad política es la consecución del bien común. Esta idea de servicio de los gobernantes al bien común va a ser la pauta para enjuiciar las distintas formas de gobierno.
   Santo Tomás parte de Aristóteles y acepta su clasificación pero las desarrolla desde la perspectiva del cristianismo. Como cristiano, el poder político, su fundamento último, radica en Dios, sin embargo Dios no otorga directamente ese poder político al gobernante, sino que Dios traslada el poder político al pueblo, a la comunidad, y, a su vez, la comunidad confía su ejercicio a unas personas determinadas en función de unas condiciones variables, surgiendo así las distintas formas de gobiernos.
   Esta entrega del ejercicio del poder no supone una atribución definitiva, por lo que el pueblo, como titular del poder político como derecho originario, podrá reivindicarlo en cualquier momento en caso de abuso de poder, en caso de que los gobernantes no se atiendan al bien común.
   Santo Tomás va a unir los criterios cuantitativos y cualitativos para clasificar las formas de gobierno, y habla de:

Formas correctas:          - Monarquía.
                                      - Aristocracia.
                                      - Política o Democracia en el sentido actual.
Formas incorrectas:       - Tiranía.
                                      - Oligarquía.
                                      - Democracia en el sentido de demagogia.

 Santo Tomás prefiere la monarquía como mejor forma de gobierno, pero habla de monarquía electiva y no hereditaria, pero afirma que el mejor gobierno es el régimen mixto que asocie en equilibrio los principios esenciales de los distintos regímenes. El régimen ideal sería una el resultante de una combinación de los principios fundamentales de la monarquía, la aristocracia y la política.
De entre todas estas formas de gobierno, Santo Tomás se centra fundamentalmente en la tiranía, criticándola con pasión. Critica ferozmente la tiranía, pero al poner ejemplos de ésta, no va a referirse a ejemplos de la época, por el riesgo que ello conllevaba, sino de la antigüedad grecorromana. Esta crítica la podemos comprobar en todos los capítulos del Libro I del "Regimene Principum", donde dice "Son distintos el fin de una multitud de hombres libres y el de una multitud de esclavos... Si por consiguiente la multitud de hombres libres es ordenada por el gobernante al bien común, su régimen será recto y justo, como conviene a los hombres libres. Pero si el régimen no se orienta al bien común de todos, sino al bien privado del gobernante, su gobierno será injusto y perverso".
   Así pues, como se puede ver, toda la escolástica pone como límite al gobernante el bien común. Cuando el gobernante traspasa ese límite, gobernando para conseguir su bien privado, su régimen será injusto y perverso.
   Además Santo Tomás, cuando habla del tirano que se apropia de los bienes, no solo se refiere a os bines materiales, sino también espirituales (la cultura...). El tirano intenta que el perfeccionamiento de los súbditos sea el menor posible, ya que en caso contrario ello irá en perjuicio de su gobernación, de su dominación. Asimismo, el tirano intenta que sus súbditos no se hagan virtuosos, que no existan lazos de amistad, para así evitar que ello pueda revertir contra su tiranía.
En el Libro I. Capítulo XI del Regimene Principum, Santo Tomás habla de la pena de muerte, pero referida al tirano. Por ello muchos autores han considerado que Santo Tomás era partidario del tiranicidio. En este capítulo dice: "Si el que expolia a un hombre o lo esclaviza, o lo mata, es acreedor de la máxima pena, que es la pena de muerte en los juicios de los hombres y la condenación eterna en el de Dios, con cuanto mayor motivo se ha de considerar que el tirano merece los suplicios peores, puesto que él a todos y en todas partes atenta contra la libertad de todos y mata a quien le da la gana".
Santo Tomás hace un símil en el que se puede interpretar que sí acepta la pena de muerte impuesta por los tribunales, pero no está tan claro que acepte el asesinato del tirano, es decir, el tiranicidio. Así dice: "El dominio de los tiranos no puede ser duradero porque es odioso para la multitud". Así pues, lo que sí está claro, que Santo Tomás es partidario del levantamiento de la multitud, ya que siempre habrá un momento, en el que una persona se aproveche de la situación y el pueblo le seguirá. Por lo tanto, Santo Tomás no era partidario del tiranicidio, para su propia conciencia era intolerable, no era moral recomendar el asesinato de cualquier persona.

EL DERECHO DE RESISTENCIA FRENTE AL PODER POLÍTICO INJUSTO.
   Partiendo de lo dicho anteriormente, pasamos a un texto de la "Summa Theologica" primma secunde, cuestio 95, art. 2: "Toda ley humana se deriva de la ley natural y si no, no es propiamente ley".
   De este texto se pude deducir lo siguiente: toda ley que no se deriva de la ley natural es una ley injusta y por lo tanto el gobierno del que emanan es un gobierno injusto.
   Los tratadistas del siglo XVI y XVII, y previamente Santo Tomás, elaboran una serie de teorías de cuando se debe y cuando no obedecerse a las leyes.
   1.      Hay que poner coto a la posibilidad de anarquía, y por lo tanto no se puede decir que debe desobedecerse toda ley que no se derive de la ley natural.
   2.      En cambio, si se obedecen a estas leyes, para evitar la posibilidad de anarquía, podría creerse que se están aceptando las leyes injustas y los gobiernos tiránicos.
   La combinación de estas dos teorías hacen surgir la teoría del Derecho a la resistencia.
   La situación de violencia surge desde el poder cuando no se respetan las libertades y los derechos de las personas, lo que provocará una situación de rebelión, de violencia desde abajo, que pretende cambiar las instituciones, consideradas injustas desde el punto de vista popular.
   Estas doctrinas no se llevaron a la práctica en el S. XIII, y en los Siglos XVI y XVII fueron eminentemente teóricas. Lo que se pretendía con ellas era intimidar a ese poder absoluto de los reyes gobernantes (los Austrias), que se lograse ese objetivo es otra historia, pero el objetivo era fundamentalmente intimidador, de poner freno a ese poder absoluto y sin límites.
   En líneas generales, las modalidades del derecho de resistencia son:
   1. La Resistencia Activa: Consiste en llevar las cosas a sus últimas consecuencias. Tiene una doble modalidad.
   -          La rebelión del pueblo y como consecuencia de ella, el derrocamiento del tirano.
   -          No sólo lo anterior, sino además la muerte del tirano. (El tiranicidio).
   Santo Tomás acepta la primera modalidad, pero hay otros autores como el Padre Mariana en cuya obra "Sobre el Rey y la Institución Real" acepta la muerte del tirano.
   2. La Resistencia Pasiva: Este tipo de resistencia es aceptada por toda la escolástica, y sobre todo cuando el tirano sobrepasa el límite del bien común. Consiste en el no acatamiento de la ley, el vivir de espaldas al gobierno. Es lo que podría llamarse hoy una situación de desobediencia civil generalizada.
   Hay quien ha considerado a Sócrates, como el primer representante de este tipo de resistencia. Sin embargo esto no es cierto, ya  que a pesar de ser condenado por una sentencia injusta, la acepta y bebe cicuta. Sócrates consideraba que las leyes había que aceptarlas aunque fuesen injustas.

TRATAMIENTO ESPECÍFICO DE LA PROPIEDAD.
   Para Santo Tomás el derecho natural es un derecho no escrito que tiene su fundamento último en Dios y que su fundamento mediato es la naturaleza, la naturaleza humana. El derecho natural fundamenta el derecho escrito, el derecho positivo, hasta tal punto de que si no tiene este fundamento no es derecho.
   De la naturaleza humana se derivan una serie de inclinaciones naturales:
   -          La conservación de la especie
   -          El cuidado de los hijos.
   De aquí Santo Tomás saca una serie de consecuencias: el hombre se procura los bienes necesarios para subsistir él y su especie. Además para Santo Tomás todo ha sido creado en beneficio, a disposición y a utilidad del hombre, pero no es de su propiedad, ya que todo depende de Dios.
Así pues, el uso corresponde al hombre, puesto que en virtud de la razón y de su voluntad puede usar de todos los bienes. Pero el uso no significa propiedad. No es lo mismo la propiedad que su utilización. Así pues, los bines no son propiedad del hombre sino que son propiedad de Dios, pero el hombre tiene derecho al uso de esos bienes.
   Santo Tomás se plantea si la propiedad privada es de derecho natural o no. Distingue entre principios primarios, que son universales, inmutables, etc.; y principios secundarios que al estar en contacto con la realidad ya no son universales, inmutables, sino que son cambiables. Por ello, según Santo Tomás, en principio, la propiedad privada no pertenece al Derecho Natural. La naturaleza no prescribe la división entre la propiedad privada y propiedad común, sino que será la razón humana la que por motivos de conveniencia introducirá en un momento la propiedad común, y en otros la propiedad privada. Por lo tanto, el Derecho natural no prohibe la propiedad privada, pero tampoco la prescribe, por lo que en todo caso, formaría parte del derecho natural secundario, y por tanto, la propiedad privada será mutable, cambiable, y ello dependerá de las circunstancias sociales, políticas, etc. Lo único que repugna el derecho natural es que existen personas que están totalmente desposeídas, carecen de lo indispensable para sobrevivir, mientras que otras son poseedoras en abundancia.
En la "Summa Theologica" dice: "Su fundamento es la ley humana, el acuerdo de los hombres". Para Santo Tomás, la propiedad tiene una función social, en un sentido solidarista. Admite que al Estado le corresponde la función de equilibrar, es decir, atribuir a cada uno lo que le corresponde en justicia. En la actualidad se diría que el Estado debe actuar en la economía para realizar una justa redistribución de la riqueza. Así en el "Regimene Principum" Libro I, Capítulo III dice: "Muchos Estados han perecido a causa de un régimen de propiedad desigual, y para evitarlo deben adoptarse medidas oportunas, como por ejemplo un régimen sucesorio adecuado, y la distribución equitativa de la propiedad"."